Una relación de pareja tóxica es un vínculo destructivo para una o para ambas partes de la pareja. Claramente, un vínculo de estas características resulta perjudicial para la salud mental, ya que, conlleva mucho sufrimiento. Si has estado en una relación de este tipo, lo sabrás muy bien. Además, en la mayoría de los casos se genera dependencia emocional, lo que dificulta dar el paso de separarse.
1. ¿Cómo identificar una relación tóxica?
Aprender a reconocer que estamos dentro de una relación tóxica no es fácil porque llega un punto en el que lo normalizamos todo y nos acostumbramos a determinadas frases, actitudes, acciones, etc. Para las personas que lo perciben desde fuera es muy diferente, puesto que desde el papel de espectador es mucho más fácil identificar toda esa toxicidad. ¿No te ha pasado que has visto a alguna persona de tu entorno en una relación de este tipo y por más que has intentado abrirle los ojos ha sido imposible?
Vamos a ver algunos ejemplos para que pueda resultarte más fácil identificar si estás viviendo una relación de pareja tóxica y sepas identificar qué es y qué no es normal. Tu relación es tóxica cuando:
- Es una relación que te impide avanzar. Por ejemplo, tu pareja no reconoce tus logros, los menosprecia o infravalora lo que haces. Y, además, lo hace continuamente hasta el punto de creer que tiene más razón que tú. Dejas de creer en ti y, por tanto, te quedas estancada.
- Te recuerda todo lo que hace por ti. ¿Te suena eso de “Es por tu bien» o “Yo solo quiero lo mejor para ti»? Son frases aparentemente bien intencionadas, pero, en realidad son muy dañinas, te hacen dudar de tus propias palabras y, en el fondo, no tienen ninguna buena intención. Lo único que hace es utilizarlas para chantajearte emocionalmente y que pueda, de esta manera, ejercer control sobre ti.
- Las parejas tóxicas suelen ser muy celosas, y pueden hacer cosas como controlarte el móvil, faltarte al respeto, criticar a tus amistades para que te alejes de ellas y desconfiar de todos.
2. Consecuencias psicológicas de haber estado en una relación tóxica
Las relaciones tóxicas te destruyen. Sí. No es una exageración. Nos salimos de nuestro centro, nos olvidamos de quiénes somos y olvidamos nuestra verdad. ¿Dónde se ve esta destrucción?
- La persona acaba la relación con la autoestima dañada. Es lo que más suele verse afectado. La autoestima es fundamental para un desarrollo sano de la persona. Además, va cambiando a lo largo de tu vida. Hay etapas en la que estás más fuerte que en otras, según vayas afrontando los acontecimientos que se van presentando en tu vida.
- Secuestro emocional. Obviamente te sentirás perdido, tendrás la sensación de que no llevas las riendas de tu vida, que tus emociones las dirige el otro. Ante tanto desconcierto, los cimientos de tu confianza se tambalean hasta el punto de cuestionarte tu valía como persona y crearte episodios de ansiedad.
- Indefensión aprendida. Es una postura de resignación ante miles de intentos fallidos por ser quién eres. Cuando haces cosas una y otra vez y ninguna sirve para nada o siempre son vistas de las peores maneras posibles, te sumerges en un estado de temor y parálisis en la que te sientes indefenso.
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3. ¿Cómo superar las secuelas de una relación tóxica?
Después de vivir una relación tóxica es necesario sanar. Cuesta dar el primer paso porque cuando estás sumergido en la relación, tienes poca energía, apatía, no te ves con fuerzas ni con ganas de romper ese vínculo, pero hay que hacerlo y si has llegado hasta aquí, ya tienes algunos conocimientos con los que puedes contar para dar el paso y romper la barrera que te lleva al camino de volver a encontrarte contigo mismo.
Obviamente la relación te deja secuelas como si de una enfermedad se tratase. Puedes empezar tu camino yendo al psicólogo. Contar con la ayuda de un profesional de la salud mental, será una ayuda inestimable. Así que, siempre que puedas permitírtelo, puede ser un buen comienzo. Necesitas y mereces volver a amarte, verte con buenos ojos, quererte y luchar por lo que mereces.
Cuando te mires bien, empezarás a ver a los demás también de la misma buena manera y te darás cuenta de que no todo el mundo es como la persona de la que te has separado. Te darás cuenta de qué es lo normal y que no. Entonces querrás rodearte de personas vitamina que te hagan bien, que te respeten y no te juzguen. Esas personas son un complemento perfecto al proceso de cura. Si hay alguna persona así en tu vida, puedes hablar con ella y contarle lo que te está pasando. Notarás que te quieren, que te escuchan, que les importan lo que dices y te sentirás bien hablando con ellos.
¿Has cortado la relación de pareja con esa persona tóxica, pero, no puedes dejar de pensar en ella? ¿Por qué nos pasa esto? ¡En este post trato de explicarte los motivos!
4. Tipos de relaciones tóxicas
Normalmente, cuando se habla de relaciones tóxicas lo primero que nos viene a la cabeza son las relaciones de pareja porque es donde mejor se ve, pero existen más tipos de relaciones tóxicas. Puedes tener una buenísima relación con tu pareja y vivir relaciones tóxicas en la amistad, en el trabajo o en la propia familia. Sean del tipo que sean, lo cierto es que los patrones se repiten. Una relación tóxica puede basarse en:
- El chantaje de uno al otro
- Una idealización de una de las partes a la otra
- Relación basada en una mentira o en el miedo
5. Razones por las que nos mantenemos en relaciones tóxicas
Es difícil saber por qué caemos en una relación tóxica. Es decir, no hay un único motivo, suelen ser muchos motivos que además son diferentes para cada persona. Del mismo modo, es complicado, saber por qué nos mantenemos en este tipo de relaciones. Muchas veces el entorno no ayuda tratando de presionar para que dejes a la pareja. Para la persona que está en una relación así es muy complicado, ya que, tiene la autoestima dañada y está llena de inseguridades.
El hecho de no ser capaz de dar el paso para acabar una relación de este tipo puede generar ansiedad por “estar consintiendo ese trato». Las víctimas de una relación tóxica dan mucha importancia a lo que les dicen los demás y muy poco a su propia creencia que, por cierto, está distorsionada. En el sentido, de que ya ha normalizado la situación y no encuentra nada raro en su vida. Se ha acostumbrado a que le hablen así, a ser así y a que la otra persona también sea así con ella.
Además, de que todo va acompañado de un fuerte miedo a la soledad y a la ferviente necesidad de recibir cariño, el cual muchas veces mendiga a su pareja hasta el punto de rebajarse tan solo por recibir una caricia.
6. ¿Qué puedo hacer para terminar una relación tóxica?
Lo más importante es conocerte y saber cuáles son tus límites, aunque en este momento seas incapaz de verlos. Así que rodéate de personas de confianza, que realmente quieran lo mejor para ti y para tu bienestar, que te aconsejen y te ayuden porque realmente quieran verte bien. Quizás no te guste lo que otras personas digan sobre tu relación, pero, déjame decirte algo: Escucha para comprender, no para defenderte.
Por otro lado, tal y como comentábamos antes, siempre puedes ir a un psicólogo para que te ayude. Lo importante es tener una intención de querer salir de la relación. No pasa nada si, a veces, te entran dudas. Si tienes la intención y la vas regando, cada vez tendrá más fuerza. ¿Estás preparado?
7. Referencias bibliográficas
- Piñuel, I. (2016). Amor zero: Cómo sobrevivir a los amores psicópatas. La esfera de los libros.
- Utaram, H. (2020). Relaciones tóxicas. Andrai Ventures.