Actualizado el 29/03/2023 por Dra. Iratxe López. Psicóloga Clínica
El apoyo social es importante para nuestro bienestar, ya nos lo dijo Maslow en su teoría de las necesidades humanas. Incluso con una gran red de relaciones, algunos de nosotros no nos sentimos amados y cuidados; mientras que algunos con una red de amigos mucho más pequeña, lo hacen. Por eso, te pregunto: ¿Recibes el apoyo social que necesitas?
Recuerda que que la vida a tu alrededor es dinámica. Tu apoyo social puede cambiar. Tus buenos amigos pueden mudarse y, lamentablemente, tus familiares pueden fallecer. En segundo lugar, tu propia vida y, por lo tanto, tus necesidades, también cambian y requieren de diferentes tipos de apoyo social.
Por lo tanto, para recibir el apoyo social que necesitas, es útil que tengas en cuenta el tipo de apoyo que necesitas.
El apoyo social es un concepto que puede entenderse en términos de estructuras y/o funciones.
Estructuras
Piensa en las personas con las que interactúas a diario. Tu red social, es decir, la estructura de tus conexiones sociales, probablemente incluya vínculos formales e informales con otras personas. El apoyo formal es que que nos brindan los profesionales de la salud, como por ejemplo, los médicos y psicólogos. Los vínculos informales, por lo tanto, son aquellos que no implican a profesionales.
Veamos algunos ejemplos:
- Familia nuclear y extendida
- Vecinos
- Amigos
- Compañeros de trabajo
- Profesionales de la salud
- Grupos de apoyo
- Clubes deportivos y otras organizaciones
- Escuelas y universidades
Estas estructuras generalmente se evalúan según criterios como el tamaño, la densidad, la fuerza de las conexiones, etc. Por ejemplo, las conexiones de una persona con sus amigos, pueden ser más fuertes y más numerosas que las conexiones con su familia.
Funciones
También podemos analizar las conexiones sociales en términos de su función. En un artículo influyente de 1976, Cobb definió el apoyo social como la comunicación de información que llevaría al destinatario a creer que es amado, valorado, estimado y perteneciente a una red.
Esta definición es bastante similar a cómo se define el apoyo emocional. El apoyo emocional se refiere a la expresión de amor, cuidado y consuelo, a menudo transmitido a través de la escucha y empatía; el apoyo emocional nos hace sentir valorados y nos da un sentido de pertenencia (nos hace sentir que pertenecemos a algo).
Más recientemente, sin embargo, la definición de apoyo social se ha ampliado para incluir funciones que van más haya del apoyo emocional, incluyendo también el apoyo informativo y el apoyo instrumental.
El apoyo informativo se refiere a ofrecer asesoramiento, orientación y asistencia en la resolución de problemas. Este tipo de apoyo es, a menudo, ofrecido por profesionales de la salud o por profesionales como los abogados.
El soporte instrumental se refiere a la provisión de ayuda tangible, como por ejemplo que cuando estés enfermo un amigo vaya a hacer la compra por ti o que te ayude con las tareas domésticas.
A estas alturas, igual se te puede haber ocurrido pensar que la misma persona puede brindarte más de un tipo de apoyo. Pensemos por ejemplo, en los padres y madres. A menudo, brindan múltiples tipos de apoyo a sus hijos. Cuidan de ellos, les dan orientación, cocinan para ellos y limpian, les compran lo que necesitan, etc.
Además, a veces un tipo de apoyo se puede percibir de varias maneras a la vez. Por ejemplo, el apoyo informativo que te da un médico con respecto a una enfermedad o la ayuda de un amigo de llevarte a un sitio en su coche, también puede ser experimentado como apoyo emocional. ¿Por qué? Porque sus acciones pueden hacerte sentir valorado y amado.
La importancia de escucharte
Algunas personas nos hace sentir bien, y otras nos drenan. Si prestas atención a las señales y actúas según esas señales, tendrás un círculo social más saludable. Comparto aquí hay algunas preguntas que puedes hacerte para empezar escucharte a ti mismo:
- ¿La conversación fluye fácilmente o es forzada?
- ¿Sientes que realmente te entienden, te aceptan y te apoyan?
- ¿Sientes que realmente los entiendes, los aceptas y los apoyas?
- ¿Te sientes mejor o peor contigo mismo cuando estás con ellos?
- ¿Los incluyes en tu vida por las cualidades positivas que tienen, o simplemente para tener más personas en tu vida?
Las respuestas a estas preguntas y lo que puedes aprender de ellas, te ayudarán a comenzar a escucharte y a saber si recibes el apoyo social que necesitas.
Dejar ir las relaciones que no nos nutren
Si hay alguien en tu vida que te hace sentir mal contigo mismo, que no comparte ninguno de tus intereses o valores, o es alguien con quien no te relacionas de una forma saludable, es perfectamente aceptable dejar esa relación en un segundo plano, dejar que se vaya perdiendo con el tiempo o directamente cortar con ella. Incluso si en un momento tuviste una relación sana y nutritiva con esa persona, no olvides que las personas cambian y crecen en diferentes direcciones. Eso no significa que haya algo malo en esa persona o en ti mismo, simplemente significa que no os aportáis valor mutuamente.
Solo tú sabes si vale la pena mantener una relación o no. Si alguien en tu vida ya no es bueno para ti, déjalo ir. Por el contrario, si deseas mantener a esa persona en tu vida, aunque sepas que no vale la pena, recuerda no contar con esa persona para obtener apoyo.
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Si bien gran parte de la investigación sobre la resiliencia se centra en las fortalezas individuales, es el apoyo social lo que parece ser más importante a la hora de ser resilientes. Por ello es importante saber si recibes el apoyo social que necesitas.
Los investigadores no siempre han enfatizado este tipo de apoyo social como un factor en la resiliencia individual, es decir, la capacidad de recuperarse de las dificultades y avanzar de una manera positiva y adaptativa. En cambio, han otorgado una gran importancia al estudio de las cualidades personales, a menudo relegando el contexto social a un papel menor.
Cuán resilientes somos puede que tenga mucho que ver con nuestro entorno social y nuestro círculo de apoyo.
Tal y como dice Elliot Friedman: «La disponibilidad de apoyo social en todas sus formas (apoyo instrumental, apoyo emocional o apoyo informativo) es importante y nos ayudan a enfrentar los desafíos».
Tener buenas relaciones sociales es claramente una estrategia ganadora en la vida, vinculada a un mayor bienestar psicológico y físico. Por lo tanto, no es sorprendente que las relaciones sociales también importen en lo que respecta a la capacidad de recuperación, en parte porque nos ayudan a sentir menos estrés cuando estamos sufriendo.
«Tener amigos con los que podsr hablar y compartir las preocupaciones, puede ayudarnos a tener mayor perspectiva, ahí es donde los vínculos sociales son útiles», dice Friedman.
Y tu, ¿Recibes el apoyo social que necesitas?
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