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Acoso laboral o mobbing: Tipos, consecuencias y cómo actuar

Muchos de nosotros asumimos que cuando terminamos el colegio e instituto, los días del acoso escolar habrán terminado. Lamentablemente, este no es siempre el caso. El acoso laboral, también conocido como mobbing, tiene como objetivo aislar, humillar o agredir a un compañero de trabajo de manera intencional. Esta situación ocurre en muchas más ocasiones de las que creemos. Por ello, es importante saber identificar el acoso laboral y tomar medidas para abordar su posible impacto, especialmente el psicológico.

¿Qué es el acoso laboral?

Podemos definir el acoso laboral o mobbing como aquella situación en la que se acosa a un trabajador concreto de forma continua y reiterada. Esta situación afecta a la salud psicológica y física de la persona, así como a su desempeño laboral.

Es importante destacar que el acoso laboral es un problema grave y complejo que tiene sus raíces en factores sociales, económicos, organizativos y culturales. Además, es un fenómeno global, que en muchas ocasiones es subestimado por las empresas y la población en general.

La forma en la que el acoso laboral ocurre puede variar enormemente de una situación a otra dependiendo del perpetrador, la víctima y la relación laboral entre ellos.

El resultado final del acoso laboral es un entorno de trabajo muy hostil hacia determinado trabajador, que suele ser llevado a cabo directa o indirectamente por varios miembros del equipo de trabajo, normalmente liderado por un acosador principal. Esto lleva, en la mayoría de los casos, a que la persona acosada (si sus circunstancias se lo permiten) deje su trabajo.

Por último, si comparamos el acoso laboral, con otro tipo de acosos, como el escolar, podemos decir que el acoso laboral se lleva a cabo de forma más sutil, lo que hace que sea más difícil demostrar la ocurrencia de este tipo de acoso.

Características del acoso laboral

El acoso laboral se caracteriza por cuatro características principales:

  1. Intención de hacer daño: las conductas hostiles pretenden dañar a la víctima. Es necesario que haya una intención de dañar para que hablemos de mobbing.
  2. Frecuencia: las conductas hostiles deben ocurrir en numerosas ocasiones, durante un periodo de tiempo más o menos largo. En este sentido es importante señalar que los actos aislados no se consideran mobbing. ¿Entonces cuántas veces tiene que ocurrir y durante cuánto tiempo? Lo cierto es que no hay consenso sobre la duración y frecuencia que deben tener estos actos hostiles, para considerarlos acoso laboral. Pero, lo que sí está claro es que los sucesos deben ser continuos y persistentes.
  3. Es personal: los comportamientos de acoso no están dirigidos a un grupo de personas, sino a una persona en específico. El proceso es siempre directo y personal.
  4. En el entorno laboral: las conductas hostiles deben ocurrir en el lugar de trabajo, entre personas que están trabajando (directa o indirectamente) para la misma empresa.
acoso laboral o mobbing

Tipos de mobbing y ejemplos

Aunque las formas de acosar y las dinámicas varían enormemente de un caso a otro, se pueden establecer ciertos parámetros para ayudar a distinguir entre los diferentes tipos de acoso que ocurren habitualmente.

Si tenemos en cuenta la jerarquía que existe entre la víctima y su agresor/agresores, podemos separar el mobbing en cuatro tipos principales: descendente, ascendente, horizontal y mixto.

  1. Acoso descendente: Este suele ser el tipo de acoso más común y ocurre cuando un superior acosa a un subordinado. La relación de poder asimétrica entre víctima y agresor hace que sea más difícil defenderse del acoso.
  2. Acoso horizontal: Implica el abuso por parte de un compañero que está en el mismo nivel jerárquico. Este tipo de abuso puede ocurrir cuando los trabajadores compiten por el mismo trabajo o promoción.
  3. Acoso ascendente: En este caso un trabajador con un puesto superior es atacado por uno o más subordinados. Esto suele ocurrir cuando se contrata a un nuevo trabajador para un puesto directivo en una empresa. Si otros empleados querían el trabajo al que ha accedido el nuevo trabajador, pueden poner en cuestión su autoridad.
  4. Acoso mixto: Ocurre cuando un empleado es atacado por personas de diferentes niveles jerárquicos, como compañeros y superiores o subordinados.

También podemos separar los diferentes tipos de mobbing según los objetivos que tiene el agresor. En este caso, encontramos mobbing estratégico, perverso, de gestión y disciplinario.

  1. Mobbing estratégico: El mobbing estratégico es aquel que el agresor lleva a cabo para beneficiarse de alguna manera. Por ejemplo, para eliminar a un competidor que quiere el mismo ascenso que el agresor o para eliminar a un subordinado que puede reemplazar al agresor. Este tipo de acoso laboral se suele caracterizar por una estrategia bien calculada con el fin de eliminar a alguien del entorno laboral o desgastarlo lo suficiente como para que no suponga una amenaza para el agresor.
  2. Mobbing perverso: El acoso perverso ocurre cuando los instigadores no tienen una razón especial para comenzar a acosar a la víctima. Es característico de ciertas personalidades patológicas, como la narcisista.
  3. Mobbing de gestión: Ocurre cuando los supervisores acuerdan acosar a un trabajador. Suele ser una experiencia sumamente desagradable y de las más difíciles de manejar. Esto es así debido a la asimetría de poderes que existe entre la víctima y los agresores. Se utilizan prácticas vejatorias como descalificar a la víctima o asignarle tareas que difícilmente va a poder llevar a cabo. En otros casos, se asignan a la víctima tareas aburridas o poco estimulantes para que decida dejar la empresa. Por lo general, este tipo de acoso psicológico ocurre para evitar que el subordinado reciba algún tipo de indemnización en el momento del despido, ya que, será la víctima quien decida renunciar al trabajo.
  4. Mobbing disciplinario: El mobbing disciplinario se produce cuando la personalidad o las acciones de la víctima no encajan con el entorno laboral. Por lo tanto, su objetivo es castigar al trabajador que no encaja o no pasa por el aro ante ciertos actos de la empresa. Un ejemplo sería cuando la empresa hace algo que no es legal o que es poco ético y uno de los trabajadores lo señala, entonces empieza el mobbing disciplinario. Además, este tipo de mobbing deja muy claro al resto de trabajadores lo que ocurre cuando un trabajador piensa o tiene valores distintos a los de la empresa.

Independientemente del tipo de acoso, el acoso laboral es un proceso complejo en el que la víctima no puede defenderse. Esto tiene repercusiones importantes en su autoestima y autoconcepto. Y suele ir acompañado de sentimientos de inutilidad.

Infografía tipos de acoso laboral o mobbing
Infografía tipos de acoso laboral o mobbing

¿Cuál es el proceso del mobbing?

Es muy difícil aglutinar todas las situaciones de acoso laboral bajo un mismo proceso. Sin embargo, de forma general, algunos expertos hablan de varias fases dentro del proceso de acoso laboral.

Según Heinz Leymann, el acoso se desarrolla en cinco fases diferentes. No obstante, estas fases pueden ser difíciles de identificar en una situación real y pueden solaparse. Veamos cuáles son las fases que proponer este autor:

  1. Conflicto: Todo el proceso de mobbing comienza en una primera fase con un conflicto debido a celos, envidias, injusticias, malentendido, opiniones dispares, etc. Sin embargo, en esta fase el ambiente laboral sigue siendo bueno y existe posibilidad de resolver el problema de forma pacífica.
  2. Acoso y estigmatización: En la fase dos se hace evidente que no hay posibilidad de solución para el conflicto. A una persona se le hace responsable de la situación y debido a que esta persona muestra debilidad, se convierte en víctima.
  3. Interviene la dirección: En la fase tres, el jefe se da cuenta del acoso, a menudo, demasiado tarde. En la mayoría de los casos han pasado seis meses o más y para entonces, la víctima se ha convertido en chivo expiatorio. La persona acosada se siente incapaz de defenderse. Además, pueden aumentar las ausencias laborales y la víctima puede coger la baja debido a las consecuencias psicológicas y psicosomáticas que acompañan al mobbing. Mediante este proceso la víctima se convierte en un problema que perturba el correcto funcionamiento de la empresa. Por lo tanto, el acoso continúa con el objetivo de hacer que la víctima renuncie al trabajo, puede que incluso el jefe intente despedir a la víctima.
  4. Solicitud de ayuda: En la cuarta fase, la víctima ha desarrollado problemas de salud mental y física, y la situación suele ir empeorando con el tiempo. Es en esta fase en la que la víctima suele pedir ayuda. Generalmente, por desconocimiento la víctima no pide ayuda en las primeras fases. Cabe destacar que, en muchas ocasiones, se culpabiliza a la víctima del acoso recibido y esto pone a la víctima en una posición más vulnerable.
  5. Expulsión: En la fase cinco, la víctima de acoso queda excluida de la vida laboral. Se ve aislada en el entorno de trabajo, es despedida o se marcha del trabajo. Esta es una de las peores consecuencias del acoso laboral, ya que, esta situación hace que el comportamiento del acosador/acosadores se vea reforzada y la victima es expulsada como si hubiese sido ella la culpable. Todo ello, aumenta las probabilidades de que los acosadores vuelvan a hacer mobbing a otras personas en el futuro.

Consecuencias psicológicas del acoso laboral

Como era de esperar, los estudios demuestran que la salud y el bienestar de las víctimas que sufren mobbing en el lugar de trabajo se ven afectados negativamente. Entre los síntomas de las víctimas destacan la ansiedad, depresión, problemas de sueño, irritabilidad, abuso de alcohol y otras drogas, pérdida de concentración y trastornos somáticos.

Además, el acoso laboral podría conducir a un trastorno de estrés postraumático (TEPT), ya que, las personas que están expuestas al mobbing muestran síntomas similares a los de este trastorno (como volver a experimentar el trauma, evitar determinadas situaciones y un aumento en la activación).

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¿Qué hacer en caso de acoso en el trabajo?

Resulta muy complicado dar una respuesta clara y concisa sobre cómo actuar, ya que, dependerá en gran medida del tipo de acoso, empresa, recursos personales, etc. De modo general, podemos decir que las estrategias de afrontamiento centradas en el problema (como hacer un afrontamiento activo de la situación) pueden ser una forma más eficaz de afrontar la situación que las soluciones centradas en las emociones (como evitar el problema). Algunas pautas generales para afrontar el mobbing o acoso laboral son las siguientes:

  • Es importante que cuando estamos sufriendo acoso laboral, no lo pasemos por alto y que actuemos lo más rápidamente que podamos. El acoso laboral es más fácil de detener cuando se detecta al principio del proceso.
  • No esperes a que el problema se solucione por sí solo, generalmente las agresiones (sean del tipo que sean y en cualquier contexto), suelen recrudecerse con el tiempo.
  • Consulta con un abogado. Es importante que estes preparado y que sepas que opciones tienes a nivel legal. No significa que vayas a tomar ninguna medida, pero, no está de más estar informado.
  • Habla sobre el acoso laboral con alguien de confianza que sea capaz de darte el apoyo emocional que necesitas y mereces. Si la persona a la que se lo cuentas te juzga, dice que exageras o pone la culpa en ti, huye.
  • Confía en tu sistema de apoyo fuera del trabajo. Rodéate de tu gente. Si tu grupo social está vinculado al trabajo, es importante que pienses en crear poco a poco uno nuevo.
  • Cuida tu salud física. Ahora más que nunca es importante que cuides tu salud física.
  • Si los síntomas psicológicos derivados del mobbing interfieren en tu vida o te causan sufrimiento, acude a un psicólogo. Para eso estamos los psicólogos, para acompañar en procesos de este tipo y ayudar a sanar las consecuencias psicológicas.
  • Guarda pruebas como notas, masajes, correos electrónicos…

El acoso laboral en el lugar de trabajo es frustrante, muchas veces no se ve la salida, mina la salud física y psicológica y genera mucho miedo, ya que, el trabajo es nuestra fuente de ingresos. Todo ello, hace que la persona se encuentre en una situación delicada y sin saber qué hacer. Los psicólogos podemos dar herramientas y estrategias para recuperar la autoestima perdida y trabajar y trauma.

Referencias bibliográficas

European Agency for Safety and Health at Work. (2002). How to tackle psychosocial issues and reduce work-related stress. Systems and Programmes. Retrieved from http://osha.europa.eu/en/publications/reports/309

Hansen, Å. M., Hogh, A., Person, R., Karlson, B., Garde, A. H., & Ørbæk, P. (2006). Bullying at work, health outcomes, and physiological stress response. Journal of Psychosomatic Research, 60(1),63-72. doi:10.1016/j.jpsychores.2005.-06.078

Ramsay, S., Troth, A., & Branch, S. (2010). Work-place bullying: A group processes framework. Journal of Occupational and Organizational Psychology, 84(4),799-816. doi:10.1348/2044-8325.002000     

Iratxe López Fuentes

Iratxe López Fuentes

Soy Iratxe López, Doctora cum laude en Psicología por la Universidad de Deusto y Psicóloga Clínica. Además, cuento con la Habilitación Sanitaria, lo que me permite ejercer como Psicóloga Clínica y ver pacientes. He atendido pacientes con diferentes dificultades psicológicas y emocionales, como, problemas de autoestima, ansiedad, depresión, duelos, problemas de conducta, dificultades en las relaciones sociales... Por último, me gustaría destacar que tengo la gran suerte de ser la directora del Centro Iratxe López Psicología.

3 comentarios en «Acoso laboral o mobbing: Tipos, consecuencias y cómo actuar»

  1. El artículo me ha resultado muy interesante. He sufrido acoso en mi trabajo. Tanto yo, como muchas de mis compañeras. Me resulta curioso que gente que estaba en mi misma situación, miró para otro lado. Yo acabé muy mal parada tanto psicológicamente, como emocionalmente. Hoy en día, con la terapia y después del tratamiento psiquiátrico, estoy mejor. Pero, ha sido duro. Sobre todo ver que se sigue haciendo y es tan difícil obtener pruebas. Además, si te quejas hacen como que no ha pasado nada. Yo se lo conté a mi supervisora y su respuesta fue que éramos todas mayores. Me parece increíble.

    1. He leído tu comentario, lamentablemente, esto EXISTE, solo que la gente lo pasa de largo, minimizando el problema, y la mayoría es la misma gente de talento humano, esas personas son las principales precursoras del problema, ya que si, al momento de su detección actuaran y vieran la manera de prevenirse, lo pasan de largo. Pienso que si al momento de pedirnos certificaciones para demostrar nuestras capacidades, también lo hicieran con los malos jefes, que solo actúan a su beneficio. Así se detendría la sobre rotación de personal en las empresas, siempre lo he dicho, no hay empresas malas, solo malos manejadores.

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