Actualizado el 26/07/2022 por Dra. Iratxe López. Psicóloga Clínica
Todas las personas somatizamos en mayor o menor grado. Es decir, expresamos nuestras emociones o preocupaciones psicológicas a través de síntomas físicos. De hecho, el prefijo «soma» proviene de la palabra griega cuerpo. Sin embargo, cuando la somatización causa mucha angustia, deteriora la calidad de vida de la persona y requiere de atención médica debido a los síntomas físicos, se diagnostica como trastorno de síntomas somáticos y trastornos relacionados. Con esto quiero decir que la somatización se convierte en un problema cuando causa angustia prolongada y severa.
¿Qué es somatización o somatizar?
La somatización ocurre cuando las preocupaciones psicológicas o el malestar emocional se convierte en síntomas físicos que interfieren en el día a día de la persona. Además, no hay una causa médica que explique estos síntomas y esto ocurre de forma recurrente. Es decir, no es algo puntual.
Es importante resaltar que la somatización es un síntoma, no un diagnóstico en sí mismo. A menudo, es parte del trastorno de síntomas somáticos y trastornos relacionados de los que hablaremos más adelante. Pero, no es un diagnóstico como tal. Vomitar por ansiedad, tener dolor de cabeza debido al estrés o sentirse físicamente débil después de un trauma son ejemplos de somatización. Pero, estos casos suelen ser situacionales y temporales, y por lo tanto, no van asociados a un diagnóstico.
Aunque no tienen una causa física subyacente, los síntomas somáticos son muy reales. La ausencia de problemas digestivos no cambia el hecho de que las náuseas hagan vomitar a una persona. Las personas con este problema merecen tanta comprensión como las que tienen un diagnóstico con una causa física concreta y conocida.
Además, suele ocurrir que cuando una persona que somatiza acude al médico para conocer la causa de su malestar, el médico rara vez encuentra una explicación física para los síntomas de la persona.
En este punto, es necesario hablar de la relación entre mente y cuerpo. Esta relación es compleja y aun no la comprendemos del todo. Cuando somatizamos, de alguna manera el problema psicológico o emocional se expresa en parte, o completamente, como uno o más síntomas físicos.
Ejemplos de somatizaciones
Cada persona somatiza de una manera diferente. Es decir, los síntomas físicos que aparecen y las preocupaciones y problemas emocionales que los causan varían dependiendo de la persona. Vamos a ver, a continuación, algunos ejemplos:
- Después de un día de mucho estrés, podemos experimentar tensión muscular y/o dolor de cabeza. El cuerpo está expresando un problema psicológico que no hemos podido liberar de otra manera.
- Antes de hacer una presentación ante un público numeroso una persona se pone extremadamente nerviosa y tiene náuseas. Incluso, pudiendo llegar a vomitar.
- Una persona que acaba de perder a un ser querido de forma traumática puede somatizar su dolor emocional a través de fatiga severa.
- Un niño que sufre acoso escolar puede ver empeorados sus problemas de piel debido al estrés que le supone ir al colegio.
Trastorno de síntomas somáticos y trastornos relacionados (antes trastornos somatomorfos)
El trastorno de síntomas somáticos y trastornos relacionados (anteriormente conocido como trastorno de somatización o trastorno somatomorfo) es un trastorno mental que causa uno o más síntomas corporales. Los síntomas pueden ser o no ser atribuibles a una causa física. Pero independientemente, causan niveles de angustia excesivos y desproporcionados. Los síntomas pueden involucrar uno o más órganos y sistemas corporales diferentes, como, dolor, problemas neurológicos, quejas gastrointestinales, etc.
En psicología tenemos un manual como referencia para hacer los diagnósticos. Este manual es el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM). Este manual, con el tiempo, va evolucionando, lo que hace que los nombres de los trastornos cambien, así como los criterios para diagnosticar los trastornos. En la versión DSM-IV se hablaba de trastornos somatomorfos, mientras que en la versión más nueva (DSM-V), se habla de trastornos de síntomas somáticos y trastornos relacionados. En muchos sitios de internet la información no ha sido actualizada. Sin embargo, es importante que sepas que el término trastornos somatomorfos ya no se usa para los diagnósticos.
Muchas personas que tienen trastorno de síntomas somáticos y trastornos relacionados también suelen tener un trastorno de ansiedad, ya que, son dos trastornos que con frecuencia aparecen de la mano.
En el diagnostico de este trastorno es de vital importancia que los médicos realicen las pruebas necesarias para descartar posibles causas físicas antes de diagnosticar el trastorno de síntomas somáticos.
Sin embargo, el hecho de tener un problema médico para el que no se encuentra una causa física no es suficiente para diagnosticar a una persona con un trastorno de síntomas somáticos y trastornos relacionados. La persona también necesita mostrar problemas psicológicos. La persona tiene que obsesionarse con los síntomas y dedicar demasiado tiempo y energía al problema de salud. Además, la ansiedad que tiene es desproporcionada con el riesgo que plantean sus síntomas. La persona puede seguir sintiéndose ansiosa incluso después de que un médico le asegure que no corre peligro.
Dentro de la categoría síntomas somáticos y trastornos relacionados se incluyen los siguientes trastornos:
- Trastorno de síntomas somáticos
- Trastorno neurológico funcional sintomático
- Factores psicológicos que afectan otras condiciones médicas
- Trastorno facticio
- Síntomas somáticos específicos y trastornos relacionados
- Trastorno de ansiedad hacia la enfermedad
- Síntomas somáticos no específicos y trastornos relacionados
- Trastornos relacionados con el trastorno de síntomas somáticos
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¿Qué causa la somatización?
La verdad es que no conocemos las causas exactas de por qué somatizamos. No obstante, sabemos que los siguientes factores influyen en la somatización:
- Biología: una persona puede tener una mayor sensibilidad a ciertas sensaciones, como dolor o náuseas. En este caso, es más probable que atribuyan estas sensaciones a una enfermedad. Una persona también puede malinterpretar los síntomas psicológicos (como cuando sudamos porque estamos nerviosos) con una causa física.
- Trauma: Las investigaciones muestran que los supervivientes de un trauma son particularmente susceptibles a la somatización.
- El inconsciente: algunos autores postulan que la somatización puede ser un mecanismo de defensa que nos protege de emociones intensas y dolorosas que no podemos procesar de forma consciente. Entonces, esa angustia puede encontrar una salida a través del cuerpo, convirtiéndose en un síntoma físico.
- Actitudes del entorno respecto a las emociones: algunas culturas, familias y entornos tienden a estigmatizar la expresión de las emociones. Es decir, está mal visto expresar abiertamente las emociones. Esto puede hacer que para la persona sea más fácil expresar síntomas físicos que problemas psicológicos. Es decir, la mente y el cuerpo de una persona pueden aprender a somatizar la angustia para obtener ayuda.
- Dificultades para procesar las emociones: hay personas que tienen más dificultades para expresar sus emociones, lo que hace que los síntomas físicos se conviertan en el centro de atención en lugar de los problemas emocionales.
Independientemente de por qué ocurre la somatización, los síntomas son reales y causan angustia.
¿Cómo curar la somatización?
Tal y como hemos explicado al principio, las somatizaciones no son un trastorno. Por lo tanto, no será necesario iniciar un tratamiento. El tratamiento será indicado en aquellos casos en los que haya un diagnóstico de un trastorno de síntomas somáticos y trastornos relacionados o cuando las somatizaciones impidan a la persona llevar su vida con normalidad.
Existe una dificultad que nos podemos encontrar a la hora de curar la somatización. Algunos pacientes que experimentan somatizaciones se aferran a la idea de que sus síntomas tienen una causa física subyacente (a pesar de que no existan evidencias médicas de un problema físico). Estas creencias pueden hacer que el paciente no quiere trabajar la parte emocional para resolver el problema. Incluso, pueden llegar a enfadarse con los profesionales de salud porque no pueden encontrar la causa física de sus síntomas.
Al mismo tiempo, las personas con un trastorno de síntomas somáticos y trastornos relacionados también pueden tener otros problemas de salud mental como la depresión o ansiedad. Por lo que será necesario trabajar en todas estas dificultades para solucionar el problema.
Dentro de todo el proceso será importante que ayudemos a la persona a entender que los problemas emocionales pueden contribuir o causar los síntomas físicos. Una vez que consigamos esto, podremos empezar a trabajar con un psicólogo que ayude a la persona a procesar las emociones de una manera sana y/o a aliviar y manejar sus preocupaciones.
Referencias bibliográficas
- American Psychiatric Association, APA. (2014). Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales DSM-5. Madrid: Editorial Médica Panamericana.
- Isaac, M.L., et al. (2014). Medically unexplained symptoms. Medical Clinics of North America, 98, 663.
- Levenson, J.L. (2018). Somatic symptom disorder: Epidemiology and clinical presentation. https://www.uptodate.com/contents/search.