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Lo que necesitas saber para poner límites a tu hijo adolescente

poner límites a tu hijo adolescente

Muchas personas recordarán las batallas que tenían con su madre y padre para estar durante media hora más en la calle o ir a algún lugar que ellos no consideraran adecuado. Esto forma parte de poner límites a tu hijo adolescente.

Antes de empezar a leer, puede ser interesante que cierres los ojos durante unos minutos y que recuerdes cómo fue tu propia adolescencia.

¿Qué era lo que más querías en el mundo?
¿Qué te aterraba?
¿Qué pensabas de tu padre y madre?
¿Qué era lo que más te divertía?
¿Qué límites te establecían en casa?

Y… ¿por qué son importantes los límites en la adolescencia? ¡Te lo cuento en este vídeo!

Sobre algunos temas está bien saber, otros son esenciales. Establecer y mantener límites claros y adecuados con tu hijo adolescente, encaja en la última categoría.

¿Sientes que necesitas ayuda a la hora de gestionar los límites con tu hijo adolescente? Déjame decirte que en nuestro centro de psicología ofrecemos terapia para adolescentes. No solo trabajamos con el adolescente, sino que trabajamos también con la familia para conseguir los mejores resultados.

Poner límites a tu hijo adolescente es una parte esencial de la crianza. Ten presente que la naturaleza de tu hijo será la de tratar de saltarse los límites que tu establezcas. Soy consciente de que esto suena poco alentador, y de que puede llegar a ser muy frustrante. Piensa que este proceso cumple una función esencial en el desarrollo de las propias creencias, valores y sentido del yo de tu hijo.

Establecer y hacer cumplir límites saludables es probablemente uno de los mayores desafíos que enfrentas a diario. Puede ser bastante difícil saber cuándo decir que sí y cómo decir que no.

¿Cómo saber cuándo tu hijo adolescente ha ido demasiado lejos?

En este artículo voy a intentar compartir algunas ideas que considero claves para que aprendas a poner límites a tu hijo adolescente

¿Por qué los adolescentes necesitan límites?

La adolescencia es un momento para establecer la independencia y conocer dónde están los límites. A medida que los adolescentes dejan atrás las limitaciones de la niñez y alcanzan la edad adulta, necesitan ayuda para manejar todos los cambios que el proceso conlleva.

Los límites son los medios por los cuales los padres y madres controláis ese cambio.

Los adolescentes necesitan estructuras y pautas claras (aunque no esperes que lo admitan), ya que, tienen muchos cambios que afrontar en sus vidas. Contar con padres y madres que definan de manera clara el campo de juego, proporciona certeza y estabilidad.

Tener límites firmes les enseña que tienen responsabilidades y que sus acciones tienen consecuencias. Esto les permite ocupar un lugar en la sociedad, aprenden que hay límites y que no pueden comportarse de la manera que quieran sin que haya repercusiones. Por lo tanto, por difíciles que sean las batallas con tu hijo, es un proceso básico para su desarrollo.

¿Por qué los padres y madres necesitan poner límites a sus hijos adolescentes?

Establecer buenos límites es una de las mejores maneras de reducir el conflicto, mejorar la comunicación y generar confianza en la relación con tu hijo adolescente.

Tener límites claramente establecidos y acordados significa que en casa todos sabéis cómo tenéis que comportaros respecto a esos límites y que entendéis qué se espera de vosotros. De esta forma, cada vez que tu hijo adolescente pida algo, en lugar de debatir y discutir, el límite actúa como un punto de referencia que ayuda a dar una respuesta a su petición.

De manera similar, la práctica de establecer y ajustar límites te obliga a reconocer el hecho de que tu hijo está creciendo y que necesita que el control que establecías cuando era más pequeño, se afloje poco a poco para que pueda madurar.

Recuerda tu propia adolescencia y piensa en lo que puedes aprender de ello. Puede ser tentador hacer todo lo contrario a lo que hicieron tus propios padre y madre. Por ejemplo, si creciste en un hogar muy estricto, es posible que, quieras ser muy flexible y no establecer reglas para tu hijo. Pero, ahora sabes lo importante que es que le proporciones esos límites.

“Poner límites a tu hijo adolescente es un acto de amor.”

¿Qué es un límite sano para un adolescente?

Un buen límite es aquel que es claro y razonable. Un límite claro tiene que poder identificarse y expresarse fácilmente. Una manera fácil de establecer la mayoría de los límites es considerar la siguiente fórmula:

Para expresar un límite de forma clara:

Di lo que NO está permitido + Indica cualquier excepción + Indica las consecuencias de no respetar el límite

Para comprobar si el límite es realmente claro, puedes pedirle a tu hijo que explique el límite con sus propias palabras.

Los límites y las consecuencias de incumplirlos tienen que aclararse por adelantado, no cuando se han convertido en un problema.
Además, para que un límite sea razonable tienes que tener en cuenta la edad, las circunstancias y la capacidad del adolescente para ser responsable. Lo razonable es que un niño de 10 años tenga límites diferentes que un niño de 13 años. De igual manera, un adolescente de 16 años podría esperar tener diferentes límites con respecto a uno de 13 años.

El otro factor que determina si un límite es razonable o no es la capacidad que el adolescente ha demostrado en el pasado de ser responsable.

Con esto en mente, algunos puntos importantes a considerar son:

  1. Ten en cuenta la edad de tu hijo adolescente y las circunstancias cambiantes.
  2. Prepárate para cambiar los límites a medida que tu hijo adolescente demuestre mayores niveles de responsabilidad.
  3. Asignar responsabilidades a los adolescentes es una manera adecuada para permitir que maduren y desarrollen su independencia.

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¿Qué límites poner a mi hijo adolescente?

  • Contribución a la vida familiar, como las tareas domésticas, comidas, etc.
  • Qué noches puede pasar fuera de casa y los horarios para estar en casa.
  • Uso de móvil, ordenador, tablet e internet.
  • El consumo (o no) de alcohol, tabaco y otras drogas.
  • Tareas escolares.
  • Uso de vehículos de motor e ir como pasajeros.
  • Cantidad de actividades extraescolares por semana.

También puede resultarte útil planificar qué tipo de límites deseas establecer.

¿Quiero que haya una hora de llegada a casa?
¿Quiero limitar el tiempo de uso de las nuevas tecnologías?

Además, para cualquier límite que decidas establecer, es importante que pienses por qué ese límite es importante para tu hijo y para la familia en conjunto. Establecer los límites consiste en decidir qué es un entorno saludable y seguro y luego, por supuesto, estar dispuesto a aplicarlos.

Es importante decir que no hay una lista de límites única, y que cada familia es diferente. Sin embargo, en la lista de arriba he incluido algunos problemas que son bastante comunes en los hogares con adolescentes y que pueden serte de utilidad para comenzar a establecer o pensar en algunos límites importantes para tu hijo adolescente. 

normas y limites adolescentes

¿Cómo poner límites a un adolescente?

1. Muestra empatía hacia tu hijo adolescente

Recuerda cómo fue para ti ser adolescente, si tuviste una adolescencia más o menos dentro de lo normal y si tus recuerdos no te engañan, igual recuerdas que fue una época difícil y estresante. De hecho, algunos estudios indican que los adolescentes de hoy en día están más estresados que las personas adultas. A veces, no entenderás por qué para tu hijo es el fin del mundo porque no ha conseguido las zapatillas que quería. Simplemente, recuerda cómo eras cuando tenías su edad. Expresa empatía y trata de entender sus luchas y errores. Puedes decirle cosas como:

«Recuerdo que yo también me sentía de esa manera»
“Me acuerdo de cuando yo también actué así.”

Los adolescentes se sienten incomprendidos. “Nadie en el mundo me entiende”, es de hecho, una de sus frases más repetidas. Por esto mismo, mostrarte comprensivo puede ayudaros.

2. Haz que se responsabilice de sus actos

Permite que tu hijo afronte las consecuencias naturales de sus decisiones. Las consecuencias naturales son solo eso, el resultado de haber elegido actuar de una determinada manera. Por ejemplo, si tu hijo adolescente ha manchado la fachada de una casa particular y los dueños piden que se pague el importe que cuesta la limpieza, haz que se responsabilice del gasto que ha ocasionado. Si no tiene el dinero, puedes reducirle la paga hasta que alcance el importe o puede realizar alguna tarea en casa (todos los días recogerá la mesa y limpiará después de la comida y cena, pongamos que por ese servicio le pagas 4 euros y que el importe de la limpieza de la fachada es de 200 euros, entonces estará 50 días haciendo esa tarea después de las comidas y cenas). Lo importante no es tanto el precio que pongas, sino que aprenda que su acto de vandalismo, tiene una consecuencia natural. A veces, ante estas situaciones el padre y la madre resuelven el problema pagando de su bolsillo y castigando al hijo sin salir o sin el móvil. Si lo haces así, estás asumiendo tú las consecuencias de sus actos. Es mejor que le des la oportunidad de aprender una lección difícil, pero importante sobre la responsabilidad.

3. Sé firme y consistente

Sin duda, creo que este es uno de los puntos donde frecuentemente más errores se comenten a la hora de poner límites a los adolescente. Tienes que ser constante a la hora de aplicar los límites. No sirve de nada que hagas todos los pasos anteriores, pero que no apliques los límites de forma consistente. Es muy frecuente, que un padre o madre aplique bien los límites, pero un día llega cansado del trabajo y no tiene fuerzas para mantenerse firme en uno de los límites. Aparentemente, no ha habido ninguna lucha entre tu hijo y tú (ha querido saltarse un límite y has cedido fácilmente) pero has perdido mucho terreno, y luego te resultará difícil recuperarlo. Todos tenemos días así, no somos máquinas perfectas. Lo mejor en esta situación es que si puedes, delegues la tarea en tu pareja o que le digas a tu hijo que lo hablareis en otro momento.

Otro problema que suele haber con la consistencia de los límites es la falta de acuerdo en la pareja sobre los límites que se establecen. Por ejemplo, veo familias en las que la madre pone los límites de manera adecuada y el padre permite al adolescente saltárselos, o viceversa. Ocurre igual que en el ejemplo anterior, si los límites no son consistentes, no funcionarán. En estos casos, lo mejor es que la pareja se siente a hablar sobre los límites que van a establecer y que se comprometan a llevarlos a cabo. No solo ocurre esta inconsistencia en los límites dentro de la pareja, sino que también puede ocurrir en la familia. El padre y la madre establecen determinados límites, y cuando están con otros familiares (lo más habitual suele ser con el abuelo y la abuela), los límites se incumplen. Es importante que si hay otras personas que cuidan a tu hijo adolescente, estén informados sobre los límites y consecuencias que has establecido.

4. Negociar

Está bien poner límites a tu hijo adolescente que sean firmes e innegociables en algunas áreas, como lo son la salud y seguridad, pero cuando se trata de otras áreas, puedes estar abierto a la negociación con tu hijo. Negocia los límites, deja que tu hijo defienda sus argumentos y permítele razonar su postura. Cuando tu hijo exprese algún punto razonable, acéptalo haciendo las concesiones oportunas. También puedes ser más flexible en las ocasiones especiales o ampliar los límites un poco sin que él o ella tengan que pedírtelo, siempre y cuando haya demostrado ser responsable. Cuando modifiques un límite en particular, puedes usar períodos de prueba.

Responder a las inquietudes de tu hijo sobre los límites y entrar en un dialogo, no tiene que significar ceder, de hecho, puede llevar a una mayor cooperación.

5. Dar respeto para obtener respeto

Para que los adolescentes den respeto, deben ver respeto en sus interacciones con los demás, y deben sentirse respetados. Es cierto que los adolescentes, a veces, pueden parecer demasiado dramáticos, absurdos o que toman decisiones nefastas. Los adolescentes hacen lo que necesitan para descubrir su propia identidad, las relaciones sociales y convertirse en adultos. Usa las habilidades de empatía de las que hablábamos al principio para recordar lo importantes son para los adolescentes las amistades, el estilo personal y las rupturas sentimentales. Esfuérzate por no menospreciar o quitar importancia a este tipo de cosas. Sé que en el mundo de una persona adulta, carecen de importancia, pero no ocurre lo mismo en el mundo de los adolescentes. Si tu hijo siente que no le respetas, es probable que haga lo mismo, no respetarte. Sin embargo, si siente que le respetas, incluso cuando no estás de acuerdo, también es probable que haga lo mismo que tú y que obtengas respeto de él.

6. Utiliza los privilegios a tu favor para poner límites a tu hijo adolescente

Otro aspecto importante a tener en cuenta a la hora de poner límites a tu hijo adolescente, es que tengas presente que todos trabajamos para algo. Como adultos, vamos a trabajar, llueva o brille el sol, porque a cambio obtendremos dinero, entre otras cosas. Los adolescentes son similares. En lugar de quitarle cosas, dale incentivos, pero siempre colocando la responsabilidad en tu hijo. De esta forma, de él dependerá el que consiga algo que quiere. Por ejemplo, «David, si quieres quedarte solo en casa, en lugar de venir con nosotros, tienes que dejarla tal y como estaba: limpia, ordenada y tienes que hacer los deberes, luego tendrás el privilegio de quedarte solo en casa. Ya sabes el trato, depende de ti». Recuerda cumplir con tu parte. No cambies las reglas en el último momento o perderás su confianza. Lo que sea que motiva a tu hijo es en realidad, un privilegio. Deportes, tiempo con amigos, tecnología, mayor libertad, etc.

¿Qué hacer si tu hijo incumple los límites?

Poner límites a tu hijo adolescente no tiene sentido a menos que haya consecuencias por haberlos incumplido.

Cuando las reglas se rompen, es necesario que haya alguna consecuencia.

Estas consecuencias deben ser proporcionales y relevantes para el límite que haya incumplido. Proporcional significa que si la respuesta que das a tu hijo es excesiva, estarás creando sin querer resentimiento en tu hijo. Si la respuesta, por el contrario, es insignificante, el límite no tendrá sentido y será ignorado por el adolescente. Por este motivo, es importante hablar sobre las consecuencias que tendrá incumplir un límite, antes de que ese límite se incumpla.

¿Es esta consecuencia demasiado dura o muy poco dura para el comportamiento que ha tenido?

Cuando digo que las consecuencias tienen que ser relevantes, me refiero a que las consecuencias funcionan mejor cuando están relacionadas con lo que el adolescente ha hecho. Por ejemplo, si se ha puesto a jugar con la tablet antes de terminar los deberes, una consecuencia apropiada podría ser limitar el tiempo de uso de la tablet. Si, por el contrario, llega tarde a casa, tiene que volver más pronto a casa la próxima vez que salga. Piensa que es mejor hacer que un límite se haga más rígido durante un periodo de tiempo limitado, luego podrás volver al horario habitual, una vez que tu hijo haya demostrado que merece otra oportunidad. Es decir, si llega tarde a casa una noche, en lugar de castigarle sin salir el próximo día, es mejor que adelantes la hora de llegada.

Cuando tu hijo ha violado un límite y vas a hablar con él, algunas cosas útiles a considerar son:

  • Escucha lo que tu hijo tiene que decir antes de emitir juicios.
  • Respira profundo y cálmate antes de empezar la conversación. Hablar con tu hijo cuando estás sumamente enfadado, no servirá de mucho.
  • Ser respetuoso a la hora de implementar la consecuencia. Implementar una consecuencia en un tono de voz tranquilo, ayudará a tu hijo a poder escucharlo.

¿Cuál es tu tono de voz cuando aplicas una consecuencia?

  • Aplica las consecuencias que habías establecido. Es decir, no te dejes llevar por la rabia del momento, y no apliques consecuencias más duras de las que le habías dicho que tendría incumplir ese límite en concreto.

Recuerda, establecer límites es una forma de ayudar a tu hijo a internalizar un buen comportamiento.

Pasar a la práctica y poner límites a tu hijo adolescente

Poner límites a tu hijo adolescente no es una tarea fácil. De hecho, es una de las dificultades que más frecuentemente me transmiten los padres y madres.

Seguir los consejos anteriores, puede ayudarte a establecer los límites y mejorar la relación con tu hijo. También me parece importante que te permitas la libertad de cometer errores, y aprender junto con tu hijo adolescente.

Ahora te queda la parte más complicada, poner lo aprendido en práctica.

Si crees que no puedes manejar la situación, y que necesitas la ayuda de un profesional, permítete pedir ayuda. Muchos padres y madres necesitan ayuda en este sentido. Si quieres recibir ayuda profesional con tu hijo adolescente, puedes visitar mi página de Contacto.

“Pedir ayuda es inteligente.”

Bibliografía

  1. Solomon, Y., Warin, J., Lewis, C. and Langford, W. , (2002), Intimate Talk Between Parents and Their Teenage Children: Democratic Openness or Covert Control? In Sociology Vol 36 (4) pp. 965–983.
  2. James, A. and James, A. , (2001), Tightening the net: Children, Community, and Control, in British Journal of Sociology, Routledge: Vol no 52, no 2: 211–228.
Iratxe López Fuentes

Iratxe López Fuentes

Soy Iratxe López, Doctora cum laude en Psicología por la Universidad de Deusto y Psicóloga Clínica. Además, cuento con la Habilitación Sanitaria, lo que me permite ejercer como Psicóloga Clínica y ver pacientes. He atendido pacientes con diferentes dificultades psicológicas y emocionales, como, problemas de autoestima, ansiedad, depresión, duelos, problemas de conducta, dificultades en las relaciones sociales... Por último, me gustaría destacar que tengo la gran suerte de ser la directora del Centro Iratxe López Psicología.

17 comentarios en «Lo que necesitas saber para poner límites a tu hijo adolescente»

  1. Es un gran articulo. Pero tengo muchísimas preguntas. La más importante. Que hacer cuándo no tiene ningún tipo de motivación? Cuándo le quitas el movil y le da igual,cuando le quitas la consola y ni se inmuta? Como puedo hacer para que entre en razón?

    1. Dra. Iratxe López. Psicóloga Clínica

      Muchas gracias por comentar! Que un adolescente no tenga motivaciones puede estar indicando distintas cosas. Yo lo que te diría es que pidáis cita con un psicólogo de vuestra zona. Si vuestro hijo no quiere ir, podéis ir los progenitores a la cita y contarle al psicólogo lo que está ocurriendo para que después de evaluar la situación, pueda daros las pautas más adecuadas. La adolescencia es complicada y es difícil acertar muchas veces. Un saludo!

  2. Buenos días Iratxe, tengo una hija que no podemos hablar porque ella grita y llora, no hace caso a nada de lo que digo, no nos entendemos y sólo hay discusiones constantemente, ella me recrimina a mi y me hace sentir culpable y yo siento que no me escucha. No puedo más con esta situación y necesito ayuda urgente. Gracias

    1. Dra. Iratxe López. Psicóloga Clínica

      Hola Ana! Estas pautas son muy generales, en el caso que comentas habría que estudiar muy bien qué es lo que esta pasando y qué podría explicar que tu hijo siga llegando tarde. Creo que lo mejor es que vayáis a la consulta de un psicólogo para que podáis exponerle bien la situación. Un saludo!

    1. Dra. Iratxe López. Psicóloga Clínica

      Si aplicando las pautas, el problema de límites sigue existiendo entonces, si. Es lo que yo recomendaría. A veces, cuando venimos de no haber puesto los límites correctamente, es muy difícil cambiar la situación y suele hacer falta ayuda de un psicólogo. Las pautas están muy bien para cuando se ponen desde el principio, el padre y la madre las aplican por igual, el adolescente no tiene ninguna dificultad añadida… Pero, si se mezcla alguna cosa más suele ser complicado.

  3. Dra. Iratxe López. Psicóloga Clínica

    Hola Carmen! Es difícil dar algún consejo sin conocer al adolescente y a la familia. Pero, si es cierto que es importante que podáis tener un control sobre las redes sociales de vuestro hijo. La forma de hacerlo depende mucho de cada situación. Si estáis perdidos, podéis pedir una cita con un psicólogo para que pueda asesoraros.

  4. Hola, Iratxe. Tengo una hija de 19 con una relación maravillosa, cariñosa, con la cabeza muy bien colocada, centrada en acceder a medicina, nunca ha dado problemas…la hija modelo. No hemos sufrido la adolescencia, que parece llegar ahora. Me pilla descolocada sin saber si a los 19 aún puedo poner límites ni cómo hacerlo.

    Para la graduación (18) pasó toda la noche fuera, por primera vez por un tema de transporte. Desde entonces ya se asume cuando sale es toda la noche, en Madrid el metro cierra y no podemos pagar un taxi cada vez que sale.

    Las últimas 4 ó 5 salidas ha ido empalmando actividades; a la noche sigue: -«ahora voy a desayunar, paso la mañana con mi novio, como con él»…y aparece al día siguiente por la tarde después de 25-30h fuera de casa, intercalando un par o tres wassap durante ese tiempo para anunciar o que está viva o la siguiente actividad que va a hacer y que no hemos acordado antes de irse, claro! Política de hechos consumados.
    Hemos tenido varias conversaciones con ella diciéndole, lo mal que nos sentimos y lo en desacuerdo que estamos, que no es aceptable. Ni siquiera sabemos si durante todo ese tiempo está bien, . Pero ella cree que tiene todo el derecho, se ve ya adulta y dice que la sobreprotegemos y que es la única que no hace nada porque no le dejamos y que los demás hacen todo. Acabamos gritando y llorando y con dolor de corazón.

    Para sumar ya en un par de ocasiones nos planteó quedarse a dormir en casa de su novio que vive en un piso de estudiantes. Le comentamos que no nos gustaba, que nos diese tiempo para ir haciéndonos a la idea y que temíamos que fuese pasando de estar una noche a pasar un finde y así cada vez estancias más frecuentes y prolongadas (conocemos un par de casos, uno en la familia que al final un día no volvieron sin previo aviso) Nos dijo que lo entendía, que esperaba, pero un día avisó por la noche después de ir al teatro, que dormía allí.
    Ni un comentario cuando volvió.
    Deberíamos haberlo hecho? Es ya mayor? No queremos ser estrictos pero tampoco «tragar» con situaciones en las que estamos incómodos y sobre todo siento que hay unos límites que está pasando, imagino que los de mi cabeza.
    Un poco de luz, por favor.
    Gracias

    1. Hola! Lo cierto es que la adolescencia es una etapa complicada para los adolescentes, pero, también para los progenitores. A las madres y padres os toca ir viendo como vuestros hijos cada vez os necesitan menos, son más autónomos y en muchas ocasiones tienen una forma distinta de pensar. Por experiencia trabajando con padres y madres, muchas veces hay que trabajar este proceso con las madres y padres que se resisten a que sus hijos «vuelen del nido». Por lo que me cuentas, me da la sensación de que eso es lo que os está pasando. Y este es un trabajo que os corresponde hacer a vosotros: soltar, dar más libertad, interiorizar los cambios que están ocurriendo… Se que igual no es lo que más te gustaría escuchar, pero, es importante que vuestra hija pueda hacer su vida. Siempre con responsabilidad, claro. Por lo que me cuentas parece que es una chavala responsable y en la que se puede confiar. Si ves que te cuesta mucho, puedes hacer algunas sesiones con un psicólogo para que te ayude a asumir todos estos cambios. Un saludo y espero que recibas mis palabras con cariño aunque quizás te cueste digerirlas. Un abrazo!

  5. Mi hija de 19 años, amanece fuera de casa hasta 2 días, dice que no tiene nada de malo, no ayuda en tareas de casa, sus amigos no se ven buenas personas, ya se fue 15 con un novio y luego regreso. Pregunta si le digo » que si no cumple, se le deja pagar un curso que está haciendo, eso está bien?» Porque realmente no quiere estudiar nada, pero el curso es de peluqueria y cosas de belleza y es lo único que ha querido hacer. Se le puede colocar eso como consecuencias de cumplir los limites.

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